
No te deshagas como niebla
en la mañana.
Vierte esa pureza
cual inagotable fuente de luz.
Fluye sensual y turquesa.
Florece fuerte,
bello, altivo,
libre, eterno.
Florece en mi piel blanca
de anhelos.
Y late, palpita,
enloquece,
de vida,
de sangre,
de contacto,
de amor bebido, tomado
y vuelto a verter.
Fluye através de mí,
y descansa en el remanso final,
de ese universo intensamente azul,
de ese volverse agua,
volverse seno de mar.
19 de Enero de 2001.
Amparo Carranza Vélez.
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